jueves, 25 de agosto de 2011

Consolidar las causas de las mujeres, exhorto de Concepción Torres a candidat@s


Discurso de María Concepción Torres Zaragoza, titular de la Secretaría de la Mujer en Michoacán, en el marco de la ceremonia de clausura de la Academia para Futuras Alcaldesas.
Sin duda el derecho a elegir y ser electas para ocupar puestos de elección popular, es un derecho político que todo mexicano y mexicana tiene. Sin embargo, aún y cuando las mujeres representan poco más de la mitad de la población, su participación en los poderes del Estado se mantiene muy por debajo de la de los hombres.
Prueba de ello, son las estadísticas que reflejan un rezago en la participación política de la mujer; y un ejemplo claro es Michoacán, el cual se ubica dentro de las 5 entidades federativas, con menor número de mujeres en el Congreso Local y en el caso de las 113 presidencias municipales que existen en el estado, sólo 3 son ocupadas por mujeres.
Esa situación, nos obliga a mantenernos firmes en la lucha por ocupar mayores espacios para consolidar la participación política de las mujeres, e incrementar la presencia en puestos de decisión, para seguir impulsando la implementación de políticas públicas que contribuyan a disminuir la brecha de desigualdad de género.
Por eso, hoy saludo su esfuerzo y las felicito por su decisión de inscribirse en la academia para futuras alcaldesas, seguramente adquirieron herramientas muy importantes, que les permitirán desarrollar sus habilidades en la negociación, el ejercicio de su liderazgo, y sobre todo el manejo de técnicas y herramientas para el diseño de campañas políticas exitosas.
Seguramente también reflexionaron sobre la pregunta ¿Para qué quiero yo estar en este puesto? Las respuestas pueden ser muchas, pero lo que sí debemos tener claro, es que hoy contamos con espacios de formación y capacitación para impulsar la participación política de las mujeres porque no debemos permitir ni un paso atrás en los logros obtenidos en los gobiernos de izquierda.
Y es que después de una larga lucha del movimiento feminista, con  los gobiernos de izquierda, se logró la creación del Instituto Michoacano de la Mujer, el cual en esta administración se elevó de rango lo que convirtió a Michoacán, en el segundo estado que cuenta con una Secretaría de la Mujer.
Y en congruencia con la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres. Actualmente la administración estatal está conformada con un gabinete paritario; desde las jefaturas hasta las Secretarías el 50 por ciento están a cargo de hombres y el otro 50 por ciento restante es ocupado por Mujeres.
Un logro importante en el ámbito laboral para beneficio de las mujeres, es la prohibición de solicitud del certificado de no gravidez así como  el despido de trabajadoras por razones de embarazo. De hecho, todas las trabajadoras y los trabajadores del gobierno, tienen el derecho de disponer  de permisos con goce de sueldo, cuando lo requieran para la atención de sus hijos e hijas en situaciones de enfermedad.
A esos beneficios, se suma  el derecho que tienen los hombres de 10 días hábiles de permiso con goce de sueldo, para que asistan a sus esposas o concubinas en el periodo del puerperio, disposición que da cumplimiento al artículo 16 de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW), este mismo derecho se da a los varones cuando contraen matrimonio.
En los avances del marco normativo, con los gobiernos de izquierda, se creó la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y su respectivo reglamento, la Ley  para la Atención y Prevención de la Violencia Familiar, además de la Ley Estatal de Igualdad de Oportunidades y su reglamento.
Además, se reformó el Código Civil promulgado desde 1936, se eliminaron algunas disposiciones que discriminaban a la mujer y se logró regular las relaciones familiares de manera equitativa entre ambos cónyuges. Así, hoy, se reconoce el trabajo doméstico como una contribución económica al sostenimiento del hogar y se le otorga a la mujer protección legal frente a la desventaja  en la que antes se encontraba.
Asimismo se reformó el artículo 1 de la Constitución Política del Estado Michoacán, mediante la edición del segundo párrafo que textualmente dice:
“Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, sexo o edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
Para incluir a las mujeres  en el Desarrollo Económico y fortalecer sus capacidades y habilidades se creó el Programa de Financiamiento Confianza en las Mujeres (CONMUJER), así como el PRODEM, para potenciar a las mujeres microempresarias.
La violencia de Género, es un tema en el que aún falta mucho por hacer, y en el que, sin lugar a dudas es importante reforzar la coordinación interinstitucional para fortalecer los esfuerzos e incrementar los resultados.
Sin embargo, hoy, mujeres que sufren violencia, cuentan con un Centro de Atención Externa en las propias instalaciones de la Secretaría de la Mujer, donde se brinda de manera gratuita atención psicológica y jurídica. Y para llevar estos servicios a los municipios, se crearon dos módulos de atención itinerantes.
En este listado de logros, la participación y voluntad política de algunos presidentes municipales ha sido vital porque ello, ha permitido que hoy, 66 municipios cuenten con una instancia municipal de la mujer, órganos con los que la Secretaría ha trabajado de la mano para incrementar los beneficios a las mujeres michoacanas.
Como se observa, son muchos los logros, pero también  hay que reconocer que  aún quedan  pendientes y que deben incluirse en la próxima agenda de nuestros futuros gobernantes y legisladores.
Por eso, hoy, quiero aprovechar para hacer un llamado a las y los candidatos a regidurías, presidencias municipales y gobierno del estado,  de los diferentes partidos políticos para que, no sólo se comprometan a respetar los avances obtenidos para las mujeres michoacanas en los dos últimos gobiernos de izquierda, sino  que también consideren en su plan de trabajo aspectos importantes que a continuación menciono:

1.-Gestión ante el Congreso del Estado para dar certeza jurídica a las instancias municipales de la mujer.
2.-Incorporación de  la perspectiva de género en el bando de gobierno.
3.-Etiquetación de  presupuestos para las instancias de la mujer en cada municipio.
4.-Creación de instancias municipales de la Mujer en los municipios donde no existan.

Y a los candidatos a diputados, los exhorto a que se comprometan a aprobar las órdenes de protección para las mujeres que sufren  violencia, y a garantizar el acceso a la justicia de éstas mediante la capacitación en perspectiva de género de jueces, magistrados, ministerios públicos y en general, todo el personal relacionado con la impartición de justicia.
Los recursos para la atención y disminución de la violencia contra la mujer son insuficientes, por ello,  les hago un llamado para que, como futuros legisladores, consideren la duplicación del presupuesto  de la Secretaría de la Mujer, elaboren y aprueben una ley que tipifique el feminicidio como delito y además diseñen mecanismos de consulta ciudadana, para que se legisle sobre la trata de personas.
Como secretaria de la Mujer, les exhorto a que no demos nuestro voto en blanco debemos exigir,  a todas y a todos los que quieren un puesto de elección popular, un compromiso claro, que garantice la consolidación del trabajo realizado por las causas de las mujeres.

sábado, 6 de agosto de 2011

Avances en la planificación familiar en México

En el ámbito internacional, los programas de planificación familiar surgieron como una respuesta al elevado crecimiento poblacional que presentaban particularmente los países subdesarrollados del mundo. Por otra parte, la planificación familiar también permitió a las mujeres separar la reproducción de la sexualidad y tomar las decisiones sobre su propio cuerpo.
En 1974, el número promedio de hijos(as) por mujer en México era de siete. En la actualidad, según estimaciones del Consejo Nacional de Población, es de 2.1. Varios factores permitieron esta transformación en la familia y sociedad mexicana: se modificó la Ley General de Población y el artículo 4° constitucional, reconociendo la igualdad del hombre y la mujer ante la ley, así como el derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de las y los hijos. En 1976 se creó el Primer Plan Nacional de Planificación Familiar y en 1977 la Coordinación del Programa Nacional de Planificación Familiar.
A casi cuatro décadas se han presentado avances importantes pero también se enfrentan desafíos relevantes: La cobertura anticonceptiva de métodos de planificación familiar en mujeres unidas, desde sus inicios, se ha quintuplicado de 15 a 72.5 por ciento, entre 1973 y 2009. El uso de métodos anticonceptivos, entre 1973 y 1987 se triplicó, no obstante en los últimos diez años solamente se incrementó en seis por ciento.
Cabe destacar que en 2004, con la actualización de la “NOM-005-SSA2, 1993 de los Servicios de Planificación Familiar”, se incorporaron nuevos avances tecnológicos en metodología anticonceptiva, como el condón femenino y la anticoncepción de emergencia. Posterior a la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, realizada en el Cairo en 1994, se adoptó el concepto de salud sexual y reproductiva que incorporó el enfoque de género, de derechos y de la salud sexual de las y los adolescentes.
Los servicios de planificación familiar tienen una contribución vital en la prevención de embarazos no deseados y de alto riesgo de mortalidad perinatal, de aborto y enfermedades de transmisión sexual.
Según datos de la ENADID 2009, la prevalencia del uso de métodos anticonceptivos se presentó de manera distinta en los diversos grupos de mujeres unidas: en las áreas urbanas, alrededor de 75.1 por ciento de las mujeres usa anticonceptivos y en áreas rurales el porcentaje correspondiente es 63.7 por ciento; el 28.8 por ciento de las mujeres sin hijos usaba anticonceptivos para retrasar la llegada del primero; 84.9 de las mujeres con tres hijos usa anticonceptivos, la mayoría para limitar su descendencia.

Asimismo, 60.1 por ciento de las mujeres en edad fértil sin instrucción usa anticonceptivos, mientras que 74.4 por ciento de las que tienen estudios pos básicos.
Los métodos definitivos son los de mayor frecuencia relativa, la operación femenina u oclusión tubaria bilateral y la vasectomía, en su conjunto, representan el 53.2 por ciento de los métodos utilizados (50.1 y 3.1 por ciento, respectivamente); 13.6 por ciento de las usuarias utiliza métodos hormonales; 26.1 por ciento métodos no hormonales y siete por ciento usa métodos tradicionales.
De las mujeres que han tenido relaciones sexuales, 61.8 por ciento de las adolescentes de 15 a 19 años no usaron ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual; el porcentaje correspondiente a las mujeres de generaciones anteriores (45 a 49 años) fue de 90.8 por ciento.
El grupo de mujeres que tienen entre 40 y 44 años presentan la mayor prevalencia de uso (71.9%). Se observa una diferencia importante entre mujeres unidas y no unidas: las unidas de ese grupo de edad tienen una prevalencia del 81.1 por ciento y las alguna vez unidas o solteras de 41.6 por ciento.
A pesar de los progresos realizados en México, en relación a los derechos reproductivos se requiere firmeza y fortalecimiento de estrategias de información, educación y comunicación; crear una demanda calificada de los servicios y asegurar la disponibilidad de una amplia gama de opciones anticonceptivas. El acceso a salud y anticoncepción de las mujeres jóvenes y las mujeres indígenas son retos particulares.
La población adolescente registra los mayores niveles de demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos. El uso de medidas preventivas para evitar embarazos no planeados o enfermedades de trasmisión sexual sigue siendo limitado, por lo que se requiere consolidar una cultura preventiva de las infecciones de trasmisión sexual y del Sida.
La salud sexual y reproductiva constituye un elemento intrínseco del bienestar y calidad de vida de hombres y mujeres, por lo que se debe continuar la lucha por ella.