martes, 18 de mayo de 2010

Baja participación de mujeres como empleadoras

Las mujeres se encuentran subrepresentadas en el grupo de empleadores/as. Si bien esta categoría representa un porcentaje pequeño de la fuerza de trabajo (4.5% del total de la población ocupada), analizar la presencia de las mujeres en ella es relevante debido a que son las personas que tienen la propiedad de los medios de producción y de los bienes y servicios que se generan y perciben ingresos provenientes de la propiedad y administración de empresas.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2009, existen un millón 937 mil 182 empleadores/as en el país, de los cuales 366 mil 507 son mujeres y un millón 570 mil 675 son hombres.
La brecha que hay en este grupo ocupacional es notable, pues menos de la quinta parte del total son mujeres, relación que se ha mantenido en los últimos tres años: En 2007 el 81.1 por ciento eran hombres por 18.9 por ciento mujeres; en 2008, 81.4 por ciento hombres por 18.6 mujeres; y en 2009, 80.1 por ciento hombres por 18.9 por ciento mujeres.
La distribución por edad de las mujeres y los hombres empleadoras/es es parecida, pues ocho de cada diez empleadoras/es tienen entre 30 y 59 años de edad. El rango de 40 a 49 años concentra alrededor de la tercera parte de ambos sexos.
La distribución por estado conyugal muestra diferencias por sexo: seis de cada diez empresarias y nueve de cada diez empresarios son personas casadas o unidas. Por otro lado, existe una proporción mayor de mujeres que no comparten el hogar con una pareja, ya sea porque son solteras (16.7%), separadas (5.3%), divorciadas (6.6%) o viudas (9.1%), de manera que ellas representan 37.7 por ciento del total de empleadoras, en comparación con 13.2 por ciento del total de hombres que se encuentran en la misma situación.
Al observar la posición en la estructura de parentesco, se encuentra que el porcentaje de empleadoras que no están unidas en pareja (37.7%) es similar al porcentaje que se declara jefa de hogar (35.3%). Adicionalmente, entre las empresarias es mayor el porcentaje de jefatura del hogar con respecto al total de la población ocupada de mujeres (22.1%) y a la población en general (23%). En cuanto a los empleadores, nueve de cada diez se declara jefe del hogar.
Asimismo, nueve de cada diez empresarias tienen uno o más hijas/os, predominando el rango de una a dos hijas/os con 41.1 por ciento, mientras que siete de cada diez mujeres ocupadas tienen una o más hijas/os y prevalece el rango de una a dos hijas/os con 31.9 por ciento.
Asimismo, nueve de cada diez empresarias tienen uno o más hijas/os, predominando el rango de una a dos hijas/os con 41.1 por ciento, mientras que siete de cada diez mujeres ocupadas tienen una o más hijas/os y prevalece el rango de una a dos hijas/os con 31.9 por ciento.
El nivel de escolaridad muestra diferencias por sexo, que indican que las mujeres que pertenecen a este grupo ocupacional cuentan con mayor escolaridad que los hombres. Los porcentajes de empleadoras con secundaria completa y con estudios de nivel medio superior y superior son mayores en comparación con los que muestran ellos.
El nivel de ingreso de las/os empleadoras/es es más elevado que el de la población ocupada total. Casi la mitad del primer grupo se concentra en los rangos de más de tres salarios mínimos, mientras que solamente la quinta parte del segundo obtiene este mismo ingreso por su trabajo.
Sin embargo, a pesar de la trascendencia del ingreso como un factor que potencia la autonomía de las mujeres, al hacer la comparación por sexo, las diferencias en el ingreso se mantienen tanto entre empleadoras/es como en el resto de la población ocupada, ya que los hombres se encuentran representados en mayor porcentaje en el rango de más de cinco salarios mínimos en ambos casos.
El sector de actividad económica en que se desempeñan las/los empleadoras/es muestra diferencias por sexo: el 85 por ciento de ellas se concentra en el sector terciario de la actividad económica, es decir, el comercio y los servicios. Ellos, en cambio, participan en un 50.5 por ciento en este mismo sector y tienen mayor presencia que las mujeres en el sector secundario, que agrupa a la industria manufacturera extractiva, de la electricidad y de la construcción, y en el sector primario, que incluye agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza.
Respecto al tamaño de la unidad económica, la ENOE 2009 informa que ocho de cada diez unidades económicas en el país son micronegocios. Dentro de este tipo de empresas, la proporción de mujeres es mayor: 87.2 por ciento de las empleadoras y 74.5 por ciento de los empleadores están al frente de un negocio que tiene entre uno y cinco trabajadoras/es en el caso del comercio y los servicios o de uno a 15 trabajadoras/es si pertenece a la industria.