miércoles, 22 de septiembre de 2010

Fomentando el empoderamiento de las michoacanas


MARJAR

Las mujeres enfrentamos nuevos desafíos, convencidas en nuestro potencial, conociendo que el desarrollo de las naciones no se podría entender sin la contribución que tanto mujeres como hombres hacemos.

En la entidad se han realizado acciones que contribuyen al adelanto de las michoacanas, hoy conceptos como el empoderamiento están cada vez más presentes en el sector femenino y es que resulta fundamental que las mujeres día a día labren su camino con autonomía.

Me parece importante mencionar el trabajo que efectúa la Secretaría de la Mujer con la realización de los talleres de empoderamiento para mujeres indígenas y campesinas, dichos procesos son de gran valía y los resultados están a la vista cuando al término de los talleres las mujeres muestran un nuevo rostro.

Ya que estos procesos tienen entre otros objetivos fortalecer la autoestima de las participantes, que conozcan sus derechos, además de que se les brindan herramientas teóricas y prácticas para lograr el ejercicio pleno de su autonomía.

La secretaria de la Mujer, Cristina Portillo, ha manifestado que el empoderamiento lleva a las mujeres a un mayor potencial para tener una vida plena.

Incluso la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Michoacán, describe al Empoderamiento como: «un proceso por medio del cual las mujeres transitan de cualquier situación de opresión, desigualdad, discriminación, explotación o exclusión a un estado de conciencia, autodeterminación y autonomía, el cual se manifiesta en el ejercicio del poder democrático que emana del goce pleno de sus derechos y libertades».

Por ello es fundamental que las mujeres en cualquier rincón del estado, del país y del mundo, hagamos valer nuestros derechos y unidas, empoderadas sigamos trabajando en conjunto para que las nuevas generaciones tengan mejores oportunidades, tal y como lo hicieron las generaciones que nos antecedieron y que lucharon porque hoy las mujeres vivamos en condiciones diferentes a las de hace unas décadas.


NOTA RELACIONADA:
SEMUJER inaugura el taller de Empoderamiento para Mujeres Indígenas y Campesinas 2010. http://bit.ly/d7HwpG 

martes, 21 de septiembre de 2010

Capacitación con perspectiva de género

 MARJAR

Un eje muy importante de trabajo que ha realizado la Secretaría de la Mujer, es la capacitación y sensibilización en materia de perspectiva de género a la población en general y al funcionariado.

Como parte de las líneas de acción para el adelanto de las mujeres, la dependencia ha desdoblado esfuerzos para capacitar y sensibilizar a miles de personas a lo largo y ancho del estado, en ese sentido cabe mencionar que el año pasado dichos procesos se efectuaron a las y los servidores públicos de procuración e impartición de justicia, a síndicos y síndicas, así como a las titulares de las Instancias Municipales de la Mujer, funcionarios municipales y estatales y población en general.

En el presente año se continúa llegando a diferentes sectores de la sociedad y a diversos puntos de la entidad para seguir fomentando una cultura incluyente entre los géneros.
En los talleres de capacitación se abordan diversos temas como los tipos de Violencia contra las mujeres, La violencia en el noviazgo, Derechos de las mujeres, El marco jurídico que las protege, así como Tratados Internacionales que promueven el adelanto de las mujeres, Masculinidad, entre otros.

Cabe señalar que a través de acciones afirmativas como la capacitación con perspectiva de género, se da cumplimento a instrumentos legales como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

La secretaria de la Mujer, Cristina Portillo Ayala, ha manifestado la importancia de que el sector femenino conozca sus derechos, por ello indicó que la dependencia a su cargo continuará realizando líneas de acción referentes a la capacitación dirigidas a la población en general y al funcionariado.

Me parece que es muy importante que se efectúen este tipo acciones que impulsen una cultura con visión de género y que cada quien desde nuestra competencia sigamos trabajando por la igualdad de oportunidades, porque una sociedad que fomenta el respeto de las mujeres y de los hombres, que promueve el reconocimiento de los derechos plenos de las y los ciudadanos es una sociedad más desarrollada.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Los Derechos de la Mujer

Mtro. Marco Antonio Tortajada Zamora/
Comisión Estatal de Derechos Humanos

La problemática de los Derechos Humanos de las mujeres es a la vez la misma y distinta que la de los hombres; como los varones, las mujeres son víctimas de represión, tortura y desapariciones. Las mujeres pueden ser víctimas de métodos represivos particulares, tales como la violación sexual y el embarazo forzado y sin duda la discriminación cotidiana, muchas de las veces las mujeres trabajan más y ganan menos así como también no tienen el derecho a su vientre, a su nombre, a sus hijos.
Afortunadamente en la actualidad, el Estado Mexicano ha empezado a aplicar el derecho transnacional, el derecho convencional del derecho internacional de los derechos humanos, en el que encontramos una gama de derechos humanos que protege a la mujer, tal es el caso que a paso lento pero seguro se ha legislado en el derecho interno tanto a nivel federal como estatal en beneficio y en protección de la mujer.
Así las cosas, podemos definir a los derechos de la mujer como el conjunto de prerrogativas a disfrutar los mismos derechos inherentes a la dignidad humana. Quedando atrás la época de la sumisión y del servilismo, ya que la aparición de una nueva era exige la observancia plena de los Derechos Humanos sin distinción de sexo, edad u otras circunstancias.
Estoy seguro que la ignorancia es fuente directa de los abusos que se convierten en muchas ocasiones, en la violencia de los derechos humanos de las Mujeres. Por eso es necesario trabajar de forma conjunta la Federación, los Estados, los Municipios y los Organismos Autónomos Constitucionales como es el caso de la CNDH o las Comisiones Estatales, para que juntos emprendan una campaña masiva de difusión de los derechos humanos de las mujeres para ir cerrándole las puertas a todas las vejaciones de las que son objeto y como consecuencia atentan contra su dignidad humana.

En Materia Familiar la Mujer tiene los siguientes derechos:

1. Tomar libremente la decisión de contraer matrimonio al tener la edad legal y fundar una familia.
2. Decidir en pareja el número y espaciamiento de sus hijos.
3. Compartir conjuntamente con la pareja las responsabilidades familiares incluidas la crianza y educación de los hijos.
4. Reclamar alimentos para sí y sus menores hijos cuando el padre no cumpla con sus obligaciones familiares, aunque viva en el mismo domicilio.
5. Reclamar la parte que legalmente corresponda en el caso de disolver la sociedad conyugal.
6. Conservar la patria potestad o custodia legal de los hijos cuando legal o judicialmente se le conceda.
7. Solicitar el divorcio necesario cuando existan las causales de ley.
8. Demandar la separación de bienes conyugales y disponer de su parte, aún cuando no demanden el divorcio.
9. Tratar de común acuerdo con la pareja todos los asuntos de índole familiar.
10. Reclamar ante un Juez Civil el reconocimiento de la paternidad cuando el padre de un hijo suyo se niegue a reconocerlo.
11. Pedir que se declare cuál es el patrimonio familiar que no podrá enajenarse ni embargarse, aunque el esposo enajene sus bienes o sea embargado.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Padres desobligados

Por: Alejandra Hernández
En Michoacán, las mujeres de ningún status social, ya sean ricas, o pobres han podido lograr obtener pensiones que cubran satisfactoriamente las necesidades económicas de sus hijos e hijas, cuando dejan de vivir con sus parejas.

Y no obstante a que todas ellas tienen más acceso al sistema judicial, y que las reformas a las leyes civiles y penales luchan por garantizar que los padres alimenten y eduquen a sus hijas e hijos, aún es insuficiente, puesto que el crecimiento del mercado informal de trabajo o la flexibilización del mismo dificultan el cumplimiento de la obligación alimentaria.

Para muchos hombres, la paternidad es una realidad mientras exista la relación con la madre de los hijos; una vez que se da el rompimiento de la pareja, también se da con los hijos y se debilita el compromiso afectivo y económico, siendo poco sancionado socialmente este incumplimiento.
Este tipo de individuos piensan que al divorciarse de su pareja, los hijos sólo son un subproducto de la relación que tuvieron con ella y que los alimentos, que incluyen, vestido, casa y educación, son considerados en el inconsciente de estos varones como la manutención de su pareja sexual, no como la garantía al bienestar de sus hijas e hijos.

Y ante este escenario es que hacen de lado la estabilidad y seguridad de sus hijos al enrolarse en los problemas con la ex pareja, con la que juegan a la guerra de poderes y al estira y afloja, en la que están en medio los hijos, a los que asedian con la finalidad de manipularlos, para molestar a la madre o viceversa.

Estos hombres pretenden demostrar que ellos al tener el poder económico, todavía controlan y disponen de la vida de su ex esposa y de sus hijos, y creen equívocamente que si les pasa pensión, su ex mujer se lo gastará con otra persona, lo que genera odio de parte de ellos hacia su pareja, dejando a su suerte a sus descendientes; dichas controversias e ideas erradas ocasionan que estos hombres caigan en la irresponsabilidad de negar la pensión alimenticia a sus vástagos.

Los Padres desobligados para evadir la responsabilidad de otorgar la pensión alimenticia, se deshacen de sus bienes, los venden, los ceden a sus familiares o se van del lugar donde viven a otro estado o al extranjero y dejan a la deriva a la familia con tal de no cumplir con la responsabilidad que tienen de pagar pensión alimenticia.

Es lamentable porque al obtenerse una resolución que le ordena al deudor alimentista cubrir una pensión alimenticia, ya sea en salarios mínimos o en porcentaje por su trabajo, resulta que al girar el oficio correspondiente, las empresas informan que ya se salió de trabajar o se fue de la ciudad”, complicando con esto su efectividad, a la fecha, no hay un código que agilice, ni de seguimiento al cumplimiento del mismo.

Cuando los varones cambian de lugar de trabajo o residencia, generalmente son las mujeres las que llevan a cabo la investigación, porque esa ya no es una labor del tribunal. Es de ellas o sus familias.

Así el asunto se complica mucho y lo que hacen las mujeres es desistirse, porque de lo contrario tendrían que gastar más dinero en buscarlo y en pagarle al abogado.
En mujerdeigualaigual.com una mirada al tema: http://bit.ly/aHHMDr 

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Una reflexión del patriarcado y las pensiones alimenticias

Por: Jazmín Soto
Sin la pasión y autonomía de la mujer amada, el esposo no existe,
Sin el deseo y autonomía de la mujer, los hijos no sobreviven,
Sin amor y sin autonomía, las familias son sólo fragmentos rotos y enfermos.

Al polarizarse los roles de género hombres y mujeres quedan castrados en su autonomía, esta compleja dependencia, expulsa a los hombres de lo doméstico, y de la importancia que el saber doméstico tiene para cuidar de sí y de los seres amados, limitados a ser proveedores, cumplen o no con el rol social, las más de las veces con una cuota de amargura.

Por parte de las mujeres, escindidas por la educación de género de la remuneración económica, dependen de sus compañeros para suplir esta imposibilidad, cuando una familia se separa con y en la violencia, incluyendo la económica, esta se reproduce cíclicamente, no solo los golpes entran en el ciclo de violencia, la violencia económica también es cíclica, y lo sabemos pues existen padres que no quieren hacerse cargo de la vida humana que engendraron, se ingresa en “juicios”, trámites exhaustivos, pleitos, gestiones burocráticas, papeleo, para traducir la lucha de poder a través de los hijos en dinero. No parece esta una manera de amar, sino de odiar.

El odio que muchos compañeros han generado por trámites de pensión alimenticia considerados exitosos, es muy lamentable, y es que el que los hombres tengan que asumir la responsabilidad económica de otro ser involuntariamente, también es doloroso, como resultado: mujeres dependientes y resentidas, hombres castigadores y ausentes.

La socialización en el patriarcado implica para hombres y mujeres una castración de su condición humana, ejercer el poder determinará si se es o no una persona cabal y valiosa ante la terrible consecuencia y contradicción que tiene la dominación: no sentir, no vivir, no cuidar, no amar, no mantener, no alimentar, no ser compasivos ni con los propios mucho menos con los ajenos.

Para hombres y mujeres que se adhieren a la masculinidad dominante, las emociones, la empatía y el placer enorme de que las familias estén bien, juntas o separadas, queda negado, pues el único interés es poseer, en cuanto no se posee y domina se engendra la violencia como miedo a perder, recordemos que el machismo es un individualismo, un egoísmo, ya no se piensa en los otros, solo en “no dejarse” y no ceder.

Lo anterior, encuentra justificación en las muy conocidas historias en un trámite de pensión alimenticia, “lo que sea para mis hijos, pero para ella (la madre) nada”. Para la mujer dormida que educaron para trabajo doméstico (ese que es valioso pero no remunerado, trabajo y saberes escindidos de la vida pública), es comprensible que piense que no puede existir sin un hombre fuerte a su lado (a quien se le escindió de la vida doméstica para solo cumplir rol de proveedor y depender de los cuidados domésticos), sin un hombre que la ame y ame a sus hijos/as, desafortunadamente por el mandato de género, le será difícil encontrar apoyo económico temporal, alimento, vivienda, educación y trabajo remunerado, además de valor suficiente para enfrentar todos los muchos trámites que implica una pensión que, al ser involuntaria, se convierte en dádiva forzada para ella y para sus hijos.

Esta es quizás una de las expresiones más dolorosas del patriarcado, pues la vida humana en los valores patriarcales se reduce a productos y vientres, que les ha tocado parir y les ha tocado crecer sin mayor solidaridad que la de la voluntad femenina más próxima.

No existe un tiempo límite ni una fórmula para despertar y educarnos, para estar felices de vivir; el trabajo mental, espiritual y de valores para nuestro bienestar es permanente lucha contra los hábitos violentos que hemos aprendido a aceptar y reproducir, sobre nuestras vidas y sobres las vidas próximas a nosotros/as, dejando como rastro seres fragmentados y enfermos.

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